El ejecutivo dice que la decisión de las empresas de entrar en la era digital no es una opción sino una obligación para ser competitivas.
Cómo mantener la fidelidad de los clientes, ofrecer soluciones anticipadas a los consumidores y hacerles ver a los empresarios que la tecnología es una inversión y no un gasto, son los temas en los que trabajan todos los días las multinacionales de la innovación encargadas de diseñar canales e infraestructura para transmitir la información que requiere el mercado global.
Redhat reunió esta semana a 5.000 personas en el Centro de Convenciones de Boston, entre especialistas en el tema, clientes con experiencias exitosas y empresarios que demandan tecnología para impulsar sus negocios.
Portafolio habló con Sebastián Cao, director de tecnología de Redhat para Latinoamérica, sobre el impacto de la era digital en los resultados de las compañías que operan en la región.
¿Cómo convencer a un empresario de que invierta en tecnología y que debe entrar en la era digital?
Lo más importante es que debe entender que la tecnología dejó de ser un centro de costo y se convirtió en una unidad de inversión que genera retorno para todas las áreas de negocios de las empresas.
La adopción de tecnología debe ir adelante en la estrategia de cualquier compañía, cualquiera que sea su actividad. Los avances tecnológicos son generadores de negocios, fuentes de ingreso y herramientas para la sostenibilidad.
Pero hay que saber cómo usarla, es decir, de qué manera se aprovecha su potencial en favor de las empresas. La tecnología ya no es simplemente una forma de operar de las compañías, sino el camino para buscar nuevas oportunidades.
¿Eso significa que sin tecnología no hay futuro?
Claramente. No usar tecnología dejó de ser una opción para convertirse en una obligación, si se quiere permanecer y competir adecuadamente.
Pero más allá de producir con tecnología, que también debe hacerse, es indispensable usar los nuevos canales disponibles en el mercado para llegar a los consumidores. Hoy no es posible hacer parte de la oferta disponible para la gente sin usar las redes sociales. Se puede hacer de diversas formas: a través de campañas digitales o de aplicaciones, por ejemplo.
Debemos tener en cuenta que la tecnología moderna está enfocada hacia el mensaje. Alguien puede tener un producto competitivo, de alta calidad y a buen precio, pero si no los consumidores no saben que existe, no es posible sobrevivir.
¿Los consumidores están acudiendo a esta tecnología?
Claro que sí. Las nuevas generaciones buscan todo en los canales electrónicos y lo hacen de diferentes maneras. La lealtad es cada vez más difícil de lograr porque el consumidor moderno compra un producto o un servicio y si su experiencia no es exitosa, cambia de proveedor. Ellos saben que el mercado está lleno de ofertas.
No podemos olvidar que la población joven es el futuro de las empresas. Ellos son los que van a comprar mañana los productos o servicios que las compañías están produciendo hoy. Esas nuevas generaciones ya no disponen solo de una oferta local sino global.
Los productores que no se adapten a tener una oferta más allá del mercado local no van a sobrevivir. Y eso solo se logra mediante el uso de las tecnologías de la información.
¿Qué es una experiencia exitosa?
La experiencia exitosa es cuando a un consumidor se le responde de manera precisa una inquietud, y se atiende su requerimiento en el instante. La aceptación depende de qué tan rápido le doy la información y le envío el producto o servicio. Las anteriores generaciones se sentían bien con la experiencia de comprar un carro, tocarlo y probarlo, pero las nuevas no quieren tener vehículo. Ellos están buscando cómo llegar cada vez más rápido y barato a su destino. No les importa quién lo hace. Lo que valoran es la practicidad y la velocidad de la información.
¿El uso de la tecnología de la información es igual en todos los países sin importar su situación económica?
Esto ya es plano. Todos los consumidores del mundo tienen acceso a la tecnología. Internet ha cumplido con la tarea de aplanar el mundo.
¿Cómo será la tecnología en 10 años?
Estamos avanzando tan rápido que no me atrevo a contestarle esa pregunta a 10 años. Pero sí le puedo decir, más o menos, cómo estaremos dentro de tres años.
La gente tendrá toda la información en los dispositivos móviles, es decir, en el celular. El computador de escritorio se dejaría de usar, para dar paso al uso intensivo del smartphone, que es más barato y rápido. Otro punto es la inteligencia artificial. El objetivo es lograr que la gente reciba información antes de que la solicite. Para eso se hace un seguimiento a las necesidades de las personas de acuerdo con su comportamiento de consumo.
¿Cuántos años adelante van los innovadores?
Yo diría que hoy se han reducido. Redhat y sus comunidades ya están trabajando en las soluciones más prometedoras de los próximos dos años.
¿Cuál es el límite de la tecnología en la privacidad de las personas?
En este punto es donde se vuelve clave la legislación de cada país. Los gobiernos deben asegurarse de que la información que se mueve a través de la tecnología sea para mejorar la calidad de vida de las personas y no para actos de otra naturaleza, que pongan en riesgo la seguridad y la privacidad de los usuarios.
¿Pero la legislación puede convertirse en un obstáculo para la tecnología?
Lo que está claro es que los avances de la tecnología no hay cómo frenarlos. Esta es una realidad mundial irrefutable. Lo que deben hacer los Estados es fijar las reglas que permitan regular la tecnología sin convertirse en un obstáculo para ella.
Los gobiernos van a tener que estar muy cerca de la innovación para fijar la reglamentación en el uso de las herramientas digitales, a fin de que estas sirvan para el desarrollo y no para otras cosas.
Latinoamérica tiene un rezago en el tema de la legislación, algunos países más que otros, y eso genera conflictos, como es el caso de la aplicación Uber en casi todas las naciones de la región.
Fuente: Portafolio
Deja una respuesta